Reciclaje y la reutilización de metales

Se ha preguntado cómo se manejan los residuos metálicos de la industria, qué materiales sobrantes pueden usarse en otros productos, o qué pasa con las piezas de un automóvil inservible.

El reciclaje y la reutilización de metales no solo contribuyen con la reparación, el cuidado y el compromiso con el medio ambiente, sino que también juegan en su favor a la hora de ahorrar energía, disminuir costos de producción, materias primas y procesos.

Estos son algunos proyectos que se están desarrollando alrededor del tema en diferentes partes del mundo y que pueden interesarle.  

La apuesta por el reciclaje de viruta

El grupo de investigación en electrónica y mecatrónica (GIEM) de la Facultad Politécnica de la Universidad de Asunción, en Paraguay, adelanta un proyecto de reciclaje de viruta presente en el mecanizado y ha desarrollado un prototipo de horno a inducción magnética para la fundición de virutas de acero

Generación de combustible alternativo a partir de metales

En países como México y Argentina se adelantan proyectos de sostenibilidad para generar esta clase de producto. Por ejemplo, la compañía azteca Ecoltec ofrece el manejo seguro de residuos producidos por empresas fabricantes de automóviles, vehículos pesados, motores, autopartes y componentes del sector automotriz. Una vez clasificados, los residuos son recibidos y analizados para convertirlos en combustible alterno que se utiliza en la producción de cemento.

Países Andinos le apuestan al tratamiento de residuos metálicos

Es el caso de la empresa colombiana Ingerecuperar, dedicada al tratamiento de residuos peligrosos de la industria metalúrgica, que elabora nuevos productos como lingotes y piezas metálicas y óxidos particulados para aplicaciones en la industria cementera, de refractarios, abrasivos y resinas, a partir de la transformación de escorias metálicas ferrosas y no ferrosas.

La empresa Reciclar, ubicada en Quito Ecuador, compra todo tipo de metales para realizar el proceso de manipulación, pesaje, transporte, destrucción, clasificación, embalaje y disposición final técnica de los productos reciclables.

Una red que enlaza a la comunidad del reciclaje de metales

Conocida como Metalface, esta es una red profesional para recicladores de chatarra y metal. La plataforma cuenta con una aplicación gratuita creada para conectar empresas y personas del sector de reciclaje de metales en todo el mundo. Los usuarios pueden enterarse de las últimas noticias de la industria del reciclaje, tener acceso a la ubicación de compañías y federaciones, organismos y revistas o posibles fluctuaciones en los precios de metales y divisas.

Compañías emplean maquinaria para la protección del medio ambiente

Con sede en Santander, España, Pacmachinery, alquila plantas fragmentadoras que son utilizadas para procesar vehículos fuera de uso, labor que consiste en la trituración y separación de materiales mediante sistemas magnéticos, neumáticos y manuales, para la obtención de diferentes fracciones de salida. Tras la fragmentación de metales se obtienen residuos utilizados en la industria siderúrgica para su fusión y posterior producción de acero.

Pequeños hábitos con grandes impactos

El planeta es finito; la basura que se produce en él, infinita. Consumir y descartar sin tomar conciencia aumenta cada vez más el daño sistemático que sufre el medio ambiente: agotamiento de recursos no renovables, contaminación del agua, el suelo y el aire, destrucción de paisajes naturales, amenaza a la biodiversidad, deterioro de la salud pública y más. Sin embargo, ante tales amenazas, ¿cómo se puede cambiar esta realidad?

El plazo ya existe para superar los límites admisibles de temperatura en el planeta que, una vez sobrepasados, la tierra experimentará un impacto el clima de la Tierra sin precedentes. La Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó un mensaje definitivo: el límite es de 11 años para limitar la catástrofe del cambio climático.

El panorama es claro: olas de calor, derretimiento de los glaciares, inundaciones, sequías: el cambio climático es un fenómeno irreversible que tiene como único culpable al ser humano. Por eso, son los mismos protagonistas los que deben tratar de revertir la situación.

Según la OMS, nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que provoca siete millones de muertes anuales por causas directamente relacionadas con la polución, uno de los muchos efectos de la economía carbonizada que domina en el planeta.

Sin embargo, no todo este perdido. Reducir el impacto negativo de la contaminación es posible gracias a las pequeñas pero múltiples acciones que una persona puede realizar en la cotidianidad. Andar en bicicleta, no tirar basura en el piso o el uso eficiente de energía son algunas de las tantas maneras que pueden implementarse a diario para reducir el impacto negativo del ser humano en el planeta Tierra.

En este contexto, la gente tiene la posibilidad de reducir el impacto negativo de esta situación mediante diferentes cambios en sus hábitos cotidianos. Estos son:

-Disminuir la cantidad de residuos.

-Optar por transportes públicos o bicicletas para moverse por la ciudad.

-Separación de residuos.

-Disminuir el consumo eléctrico.

-Cuidar el consumo del agua.

En este sentido, una investigación de la Universidad de Lund, Suecia, reveló pequeñas acciones cotidianas que pueden ayudar desde una perspectiva individual a torcer el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según apuntan los autores de este trabajo en un artículo que se publicó en la revista Environmental Research Letters, las cuatro acciones que más disminuyen sustancialmente la huella de carbono de un individuo son comer una dieta basada en plantas, evitar viajes aéreos, vivir sin autos y tener familias más reducidas.

El factor importante de acuerdo a este listado fue el tamaño de los grupos familiares. Al contabilizar el impacto de los futuros descendientes a las actuales tasas de emisión, descubrieron que tener un niño menos ahorraría 58,6 toneladas al año. Sin embargo, la reducción de las emisiones nacionales podría hacer que el impacto climático de un niño adicional sea hasta 17 veces menor. También el uso de energía renovable fue a veces, pero no siempre una acción de alto impacto.

En cuanto a la dieta, ingerir alimentos en su mayoría vegetales (como el vegetarianismo o veganismo) ahorra unas 4 veces más emisiones de gases de efecto invernadero por año que reciclar. Evitar sólo un vuelo transatlántico ahorra 8 veces más (1,6 toneladas de gases) y vivir sin auto 11 veces más.

Los científicos estiman que 8 millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los océanos cada año, por lo que si no se deja de arrojar residuos, en 2050 el océano tendrá más plástico que peces.

La acumulación de plásticos ha generado 5 grandes islas artificiales de basura que navegan a la deriva: dos en el Pacífico –una de ellas tiene posee 1,8 mil millones de pedazos de basura-, dos en el Atlántico y una en el Índico. A este ritmo en donde se calcula que en 2050 habrá unos 12.000 millones de toneladas de basura plástica en el medio ambiente, no resulta descabellado pensar que terminaremos construyendo nuestras viviendas en alguna de estas islas u otras más que ya están en formación.